Renacer, reconocer que en algo hemos fallado. Para que volver atrás, si solo podré quererte mañana, para que discutir hoy, si quiero regalarte mi mejor sonrisa al despertar.
Perdona, pero voy a gritar si se supone que por ti no tuviera que sentir nada, si se supone que seguro que tus ojos no me miraran mañana, si me quedara a un paso, si no acudieras, si me alejara, si el cielo y el mar no se encontrarán en el horizonte un día más.
Y si no lo hicieran, y si solo lloviera, y si no fuera, el capitán de mi alma, y tuviera pequeños cables, que dirigen mis hazañas, cual marioneta acorralada, por una fuerza extraña. Sí, por todo esto voy a gritar, voy a respirar placer y dolor, me van a sangrar los pies de buscar respuestas, a mí mismo, a ti, a ellos, al mundo, a la tierra, al océano.
Cierra los ojos, la vida a veces no es justa, es perra, es caprichosa, es intuitiva, es morbosa, la vida, cual caramelo, lo que te da, te lo quita, la vida es siempre la principal protagonista.
A un paso de tenerte, a un segundo de perderte, funambulista de tu pelo, recorriendo tu cintura, batalla de sentimientos, caballero en tus pensamientos, duelo contra el tiempo, guerra entre corazón y cabeza.
Víctima de la tentación, observando tus piernas como agujas de un reloj. Llueve, sobre el andamio con vértigo, “nada ni nadie, acompaña en este baile”.
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