martes, 17 de agosto de 2010

De palabras tan iguales y tan diferentes

Las palabras dicen que se las lleva el viento, las palabras en papel al final acaban reciclándose también. Las palabras en vídeo y audio encofradas en cualquier carpeta, cajón o estantería. Podríamos decir, que las palabras son la llave y el candado, grandes jugadoras del autoestima, son junto a las miradas y los gestos la clave del progreso y del estancamiento.

Las palabras tienen tal fuerza que cambiando una simple letra en ellas provocamos elecciones, decisiones, formas de vida y distintas creencias.
Podemos movernos por el precio o por el aprecio, podemos creer en la suerte o luchar siendo fuerte. Basarnos en alusiones o basarnos en ilusiones. Creernos dueños, o creer en los sueños, conseguir las cosas por ciencia, o hacerlo por paciencia. Amar la visa o amar la vida, intentar crecer o dejarnos perecer, proponernos ganarnos o querer gafarnos, actuar con corazón o hacerlo con la razón, empezar a remar o quedarnos a retar, distinguir entre terminar o terminal, estar seguro o ser siempre segundo, durar o perdurar. En definitiva, ver desde la grada, o ser desde la cancha.

Las palabras amigos, capaces de generar miedo sin estar afiladas, sonrisas sin estar maquilladas, las palabras son el vehículo, y como dice Paco Muro: “si no vas, es que no has ido”.

miércoles, 21 de julio de 2010

De ruiseñores que cantan encima de fusiles...en medio de las batallas

El mejor gesto que podemos hacer en la vida es tener la cabeza alta. Es importante saber despertarse cada día soñando como un niño. Es esencial irte sin dejar de irte, así como que no sobre comida, y sí sobre corazón. Es básico el esfuerzo y no el fin, lo siento Maquiavelo, para justificar los medios.

Ante la herida, que como nos decía Miguel Hernández, es de tres tipos: la del amor, la de la muerte y la de la vida, no recomiendo reposo, recomiendo brindar y no rendirse, con tantas ganas de caminar que sonrías cuando los pies te sangren. Eso sí, sin querer correr antes de andar. Hay tanta gente que odia el sonido del despertador y tanta que daría sus manos por escucharlo. ¿Eres de los que coge siempre el teléfono o deja que suene y salte el contestador?

Y es que pueden hacerse tantas cosas, uno puede leer, escribir, hacer deporte, jugar a la psp, darse buenos baños, ir a balnearios, a conciertos, cotillear la cuore, viajar, aprender idiomas, ser autodidacta, tocar un instrumento, escucharlo, ponerle letra, conducir, amar el cine, las series online, cuidar jardines, nadar, correr, comer, beber, bailar, sentir, hacer surf, patinar, esquiar, ir a museos, a acuarios, pintar cuadros, pensar ideas de negocio, trabajar con gusto, trabajar a disgusto (no recomendado). Podemos hacer tantas cosas, que es justo por este motivo, que más valioso que el oro, la deuda americana, la sábana santa, una escalera de color, es que alguien, una persona, un animal, sin ningún interés, invierta su tiempo en otro ser. Esto es tan importante como no dejar de valorar, no acostumbrarse. Esto es la mejor satisfacción, esto hace que el final no encuentre su momento, y me alegro, porque todos olvidamos que cualquier cosa puede acabarse hasta cuando empieza lo mejor.

Ya no me importa que se rompa el móvil, que pierda toda la agenda de contactos, quedarme tirado en el desierto, que explote el ordenador, no importa, tengo tantas ganas de triunfar como de seguir siendo normal, no tengo miedo…hay ruiseñores que cantan encima de fusiles, en medio de las batallas.

martes, 6 de julio de 2010

Bueyes, lobos y bobos

Se cuenta, en una línea popular, que el león es el rey de la selva, aunque uno lo primero que observa cuando ve uno, es que es el rey de la siesta. Como muchos monarcas y su realeza.
Se dice, que el tiburón primero muerde y luego pregunta, y se le tacha de asesino, frío e insensible. No es necesario tener aleta para reconocer a muchos de ellos caminando por la calle.
Y así podemos irnos de safari no comercial, una excursión por la ambición humana, que es buena, hasta que como los activos bancarios, los alimentos o los fármacos, se intoxica.

Y la ambición intoxicada lleva a las personas a trepar como comadrejas y a comprar estanterías del Ikea para colocar todos sus trofeos, a cazar a los animales más grandes, como las ballenas. a mirar por la ventana como buitres aprovechando la debilidad con fuerza.
Y el animal más interesante, en mi modesta opinión, que es el lince, se extingue, y los delfines siguen sonriendo, y los pájaros en piña buscando sus destinos.
Pero hoy me gustaría buscar analogías en los bueyes, los lobos y los bobos.
Los bueyes, esos seres mansos, tranquilos y sosegados, cuyo paso se parece al péndulo de un clásico reloj de pared. Los bueyes no pierden los nervios pero tampoco duermen excesivamente, su constancia prima por encima de su calma. Son un buen logotipo de la templanza.
Los lobos, no solo aúllan como en las películas de Hollywood, ni son el paradigma del colectivo depredador como en los cuentos y leyendas. La mejor cualidad de los lobos es el saber esperar el momento perfecto, único, esa bala en la recámara, para pisar fuerte en el terreno. Son tan cautos como letales, tan misteriosos como claros, los lobos son pues, el mejor logotipo de la oportunidad.
En cuanto a los bobos, al igual que todo el mundo es friki a su manera, todo el mundo es bobo a su manera. Unos los son de forma innata, otros son perfectos actores en el mejor de los escenarios y perfectos novatos en el escenarios indiferentes. Son pues, el mejor logo del interés.
En definitiva, como uno de mis dos únicos ídolos (y no es Michael Jordan) me dijo una vez, de todo esto, moraleja amigos:
“Paso de buey, dentellada de lobo, y luego hazte el bobo”

domingo, 20 de junio de 2010

Análisis Económico Peculiar 1º Parte

Siempre aprendiendo, siempre adelante, y si algún dia yo no puedo, sigue tú, ke te roce una bala mientras esquivas dos, nunca lo que pudo haber sido, aprendiendo a caer bien, haciendo puenting sin cuerda, atracando emociones despistadas, alquilando sonrisas para todo el día, renovando miradas, implantando un plan de evacuación cuando la paciencia se ha incendiado.
Para aprender hay que ser esclavo, esclavo de algo, de algo que te apasione. Tienes que estar condicionado a ello, pendiente, te tiene que robar horas de sueño, te tiene que confunfir, que hacer dudar, sentir que te estás ahogando sin haber empezado a nadar. Que estás confuso, para que cometiendo errores, te sientas vivo.
Cuando te olvidas de comportarte como un niño, y todo huele a competitivo, los bancos de palmaditas en la espalda deberían tener más tipos de interés desinteresados. El tipo de cambio de sentimientos debe fluctuar tantísimo que un día seamos capaces de exportar nuestra vida a lo demás y poder importarla al día siguiente.
El Producto Interior Bruto de errores no forzados debe coincidir con la Inversión en ilusiones y el Ahorro de paciencia, para poder comprar renta de equilibrio fijo y bonos de sentido del humor.
El maravilloso mundo de la Competencia de sentimientos Perfecta, tan agradable como utópico.
no se quién eres, no sé qué haces, no sé porqué, sólo veo cariño sumergido, que provoca fugas de besos y morosidad de responsabilidades, de promesas y sueños colectivos, al final todo es endeudamiento de relaciones, días largos, palabras que se dijeron de más, palabras que si dijeron de menos, acciones ke nunca tuvieron rentabilidad emocional. Y al final la burbuja se hincha, y vuelta a empezar. Gurús de ke? Gurús de todo y nada! mejor conservar las rodillas para levantarnos siempre, xq en esta vida hay dos tipos de piedras, las fijas, ke siempre vuelves a olvidar ke están ahí y te vuelves a tropezar, y las piedras que se lanzan y no nos acordamos de recoger antes de quejarnos de que la carretera está horrible.
Puedes decir ke no, ke esto no es así, y mientras intentas justificarte habrás dicho palabras de más, habrás olvidado detalles que te hacen grande, te habrás preocupado por cosas sin importancia, habrás perdido tiempo, habrás descuidado a ese alguien, y te pondrás unos cascos y música que te evite ke alguien te aconseje, al fin y al cabo un consejo es una experiencia propia de la vida del que lo da, no de la tuya. Así que solo tenlos en cuenta, no hacerlos verdades universales.
Y tras esto, seguro que me he equivocado en muchas cosas, vaya...tendría que ser más alumno, y estar menos convencido...de que todo va bien.