miércoles, 21 de julio de 2010

De ruiseñores que cantan encima de fusiles...en medio de las batallas

El mejor gesto que podemos hacer en la vida es tener la cabeza alta. Es importante saber despertarse cada día soñando como un niño. Es esencial irte sin dejar de irte, así como que no sobre comida, y sí sobre corazón. Es básico el esfuerzo y no el fin, lo siento Maquiavelo, para justificar los medios.

Ante la herida, que como nos decía Miguel Hernández, es de tres tipos: la del amor, la de la muerte y la de la vida, no recomiendo reposo, recomiendo brindar y no rendirse, con tantas ganas de caminar que sonrías cuando los pies te sangren. Eso sí, sin querer correr antes de andar. Hay tanta gente que odia el sonido del despertador y tanta que daría sus manos por escucharlo. ¿Eres de los que coge siempre el teléfono o deja que suene y salte el contestador?

Y es que pueden hacerse tantas cosas, uno puede leer, escribir, hacer deporte, jugar a la psp, darse buenos baños, ir a balnearios, a conciertos, cotillear la cuore, viajar, aprender idiomas, ser autodidacta, tocar un instrumento, escucharlo, ponerle letra, conducir, amar el cine, las series online, cuidar jardines, nadar, correr, comer, beber, bailar, sentir, hacer surf, patinar, esquiar, ir a museos, a acuarios, pintar cuadros, pensar ideas de negocio, trabajar con gusto, trabajar a disgusto (no recomendado). Podemos hacer tantas cosas, que es justo por este motivo, que más valioso que el oro, la deuda americana, la sábana santa, una escalera de color, es que alguien, una persona, un animal, sin ningún interés, invierta su tiempo en otro ser. Esto es tan importante como no dejar de valorar, no acostumbrarse. Esto es la mejor satisfacción, esto hace que el final no encuentre su momento, y me alegro, porque todos olvidamos que cualquier cosa puede acabarse hasta cuando empieza lo mejor.

Ya no me importa que se rompa el móvil, que pierda toda la agenda de contactos, quedarme tirado en el desierto, que explote el ordenador, no importa, tengo tantas ganas de triunfar como de seguir siendo normal, no tengo miedo…hay ruiseñores que cantan encima de fusiles, en medio de las batallas.

martes, 6 de julio de 2010

Bueyes, lobos y bobos

Se cuenta, en una línea popular, que el león es el rey de la selva, aunque uno lo primero que observa cuando ve uno, es que es el rey de la siesta. Como muchos monarcas y su realeza.
Se dice, que el tiburón primero muerde y luego pregunta, y se le tacha de asesino, frío e insensible. No es necesario tener aleta para reconocer a muchos de ellos caminando por la calle.
Y así podemos irnos de safari no comercial, una excursión por la ambición humana, que es buena, hasta que como los activos bancarios, los alimentos o los fármacos, se intoxica.

Y la ambición intoxicada lleva a las personas a trepar como comadrejas y a comprar estanterías del Ikea para colocar todos sus trofeos, a cazar a los animales más grandes, como las ballenas. a mirar por la ventana como buitres aprovechando la debilidad con fuerza.
Y el animal más interesante, en mi modesta opinión, que es el lince, se extingue, y los delfines siguen sonriendo, y los pájaros en piña buscando sus destinos.
Pero hoy me gustaría buscar analogías en los bueyes, los lobos y los bobos.
Los bueyes, esos seres mansos, tranquilos y sosegados, cuyo paso se parece al péndulo de un clásico reloj de pared. Los bueyes no pierden los nervios pero tampoco duermen excesivamente, su constancia prima por encima de su calma. Son un buen logotipo de la templanza.
Los lobos, no solo aúllan como en las películas de Hollywood, ni son el paradigma del colectivo depredador como en los cuentos y leyendas. La mejor cualidad de los lobos es el saber esperar el momento perfecto, único, esa bala en la recámara, para pisar fuerte en el terreno. Son tan cautos como letales, tan misteriosos como claros, los lobos son pues, el mejor logotipo de la oportunidad.
En cuanto a los bobos, al igual que todo el mundo es friki a su manera, todo el mundo es bobo a su manera. Unos los son de forma innata, otros son perfectos actores en el mejor de los escenarios y perfectos novatos en el escenarios indiferentes. Son pues, el mejor logo del interés.
En definitiva, como uno de mis dos únicos ídolos (y no es Michael Jordan) me dijo una vez, de todo esto, moraleja amigos:
“Paso de buey, dentellada de lobo, y luego hazte el bobo”